por Betiana Cuadra.
Esa es una frase que hemos escuchado muy frecuentemente y por acá queremos festejar el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia desmintiendo esto. Para hacerlo seleccionamos algunas mujeres que a nuestro criterio representaron y representan muy bien a las mujeres en la ciencia.
Comenzamos con Hipatia de Alejandría fue la primera mujer en realizar una contribución sustancial al desarrollo de las matemáticas. Fue una verdadera precursora y hasta una mártir como mujer de ciencias. Nació en el año 370, en Alejandría (Egipto), y falleció en el 416, cuando sus trabajos en filosofía, física y astronomía fueron considerados como una herejía por los cristianos que la asesinaron brutalmente. Desde entonces, Hipatia fue considerada una patrona de las ciencias, un símbolo de la defensa de las ciencias. Sin dudas, la mejor manera de comenzar esta lista.
Conocida como Ada Lovelace, Augusta Ada King, Condesa de Lovelace, fue una brillante matemática inglesa. Nació en Londres en 1815. Adelantada a su tiempo, la gran Ada fue la primera programadora del mundo. Ella descubrió que mediante una serie de símbolos y normas matemáticas era posible calcular una importante serie de números. Previó las capacidades que una máquina que más tarde sería el ordenador, para el desarrollo de los cálculos numéricos y más. Fue la hija de uno de los poetas más grandes en la historia de la literatura universal el magnífico Lord Byron.
Susan Jocelyn Bell Burnell es la astrofísica británica que descubrió la primera radioseñal de un púlsar. Nació en el año 1943, en Belfast, Irlanda del Norte y su descubrimiento fue parte de su propia tesis. Sin embargo, el reconocimiento sobre este descubrimiento fue para Antony Hewish, su tutor, a quien se le otorgó el premio Nobel de Física en 1974.
Mary Anning fue la primera paleontóloga en identificar correctamente un esqueleto de ictiosauro, reptil marino de la época Jurásico. Realizó importantes aportaciones a la paleontología y la geología en una época en la que muchos aún pensaban que ninguna especie se había extinguido. Sin embargo, sufrió la desigualdad de género de la época: la Sociedad Geológica de Londres jamás la admitió entre sus miembros y vivió el desprecio de muchos paleontólogos varones, que durante años se apropiaron de sus descubrimientos y estudios.
Ida Holz Bard es una ingeniera, informática, profesora e investigadora uruguaya, pionera en el campo de la computación y de Internet. Estudió profesorado de matemáticas en el Instituto de Profesores Artigas. Allí, su profesor de Lógica Matemática la invitó a presentarse a un curso que ofrecía la Universidad de la República en el área de Computación. A principios de los años 70, formó parte de las primeras generaciones de estudiantes de computación uruguayos, formados por la Facultad de Ingeniería de la Universidad de la República.
En 1976 partió con su familia al exilio en México. En ese período, Holz trabajó en la Dirección General de Política Económica y Social. Más tarde trabajó en el Instituto Nacional de Estadísticas de ese país. El gobierno mexicano llegó a ofrecerle la dirección del mismo, cuando ella ya había decidido su regreso a Uruguay.
En 1986 concursó por la dirección del Servicio Central de Informática de la Universidad de la República y obtuvo el puesto. Desde esa posición, Ida Holz lideró el desarrollo de Internet en Uruguay desde principios de los años 90. Bajo su dirección, en 1994 el SECIU instaló el primer nodo de Internet en Uruguay. Desde entonces y hasta hoy, ha jugado un rol destacado en el desarrollo y evolución de las TIC en Uruguay. Desde 2005 ejerció en el directorio de la Agencia de Sociedad de la Información de Uruguay (Agesic) hasta el año 2020. También fue una de las impulsoras del Plan Ceibal.
Holz es reconocida por haber sido quien se opuso en un congreso en Río de Janeiro en 1991, a que Estados Unidos y Europa impusieran sus autoridades a nivel latinoamericano en la naciente red mundial.
Mary Curie dedicó su vida entera a la radioactividad, siendo la máxima pionera en este ámbito. Nació en 1867 y murió en 1934. Fue la primera persona en conseguir dos premios Nobel, para los cuales literalmente dio su vida y hoy, a más de 75 años de su muerte, sus papeles de apuntes son tan radiactivos que no pueden manejarse sin un equipo especial. Su legado y sus conocimientos en física y química impulsaron grandes avances.
Paulina Luisi fue la primera mujer uruguaya que cursó estudios en la Facultad de Medicina de la Universidad de la República. Comenzó la carrera en 1900 y se recibió en 1908. Obtuvo el título de doctora en Medicina y fue ginecóloga, docente, promotora y activista por los derechos de la mujer. En 1923 obtuvo la especialización en Dermatología y Enfermedades Venéreas en París.
Desde que se graduó como médica trabajó en lo que se llamaba «higiene social», un área de la medicina que emergió con fuerza a comienzos del siglo xx y que refería al estudio de la influencia de ciertas condiciones sociales y laborales sobre la salud de la población, así como de las medidas sanitarias necesarias para frenar o disminuir las influencias nocivas.
Predicó contra la trata de blancas, el proxenetismo y la prostitución, actividades que consideraba un comercio con el cuerpo de la mujer. En sus trabajos entendía que la educación sexual debía ser integrada a la educación para ambos sexos, ya que una adecuada salud sexual para prevenir enfermedades venéreas era responsabilidad tanto de varones como de mujeres. En 1906 propuso a la Dirección de Instrucción Pública el primer proyecto sobre educación sexual en Uruguay.
Sandra Díaz formó parte del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático que ganó el Premio Nobel de la Paz en 2007. Es además, la única científica argentina que integra la Academia de Ciencias de Francia. Su especialidad es el estudio del impacto del cambio climático global sobre la biodiversidad regional de los ecosistemas vegetales, según la Academia Nacional de Ciencias de Argentina.
Con un equipo de alrededor de 144 personas, la científica lideró la realización del informe sobre la biodiversidad del mundo. Los resultados fueron alarmantes: «un millón de especies se encaminan a la extinción debido a las actividades humanas, y se necesitarán medidas drásticas para detener eso».
Sandra es investigadora superior en el Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal, que depende del CONICET. Además, según su perfil de la Universidad Nacional de Córdoba, es miembro fundadora y coordinadora científica General de DiverSus, una red internacional de investigación en biodiversidad, ecosistemas y sustentabilidad, donde convergen científicos de Argentina, Estados Unidos, Bolivia, Costa Rica y Brasil.
Cada año, aumentan las ofertas laborales para profesionales relacionados con la tecnología. A pesar de esto, es probable que sólo una fracción de niñas y mujeres busquen carreras que les permitan llenar esas posiciones. En el informe de la UNESCO 2019, se presenta que las mujeres representan el 35% de los estudiantes matriculados en carreras STEM. Además de representar el 15% de las personas graduadas en ingeniería, 19% en informática y el 38% en matemáticas.
Visibilizar a las mujeres en la ciencia y la tecnología aumenta las chances de que las niñas se sientan representadas en este ámbito y lo elijan como campo laboral para su vida.