Nunca en domingo
Hoy la tildarían de “worlaholic” pero en su momento ser fan del trabajo le rindió sus frutos. Nacida como Gabrielle Bonheur Chanel el 19 de agosto de 1883 en Saumur, en la región francesa del Loira, en una humilde familia, Gabrielle fue la segunda de cinco hermanos. Su padre, un vendedor ambulante, pasaba largas temporadas fuera de casa. Cuando su madre murió a causa de una tuberculosis fue enviada a un orfanato junto con sus otras hermanas. Allí aprendió a coser, bordar y planchar, tareas típicamente femeninas. Tras su paso por el internado femenino, Gabrielle trabajó como costurera en la localidad de Moulins, pero aspiraba a algo más y se propuso conseguirlo por todos los medios a su alcance.
En París la Belle Epoque estaba a pleno, era 1905. Gabrielle actuó como cantante en un cabaret llamado La Rotonde que era frecuentado por oficiales de caballería. Allí fue donde cambió su nombre por el de Coco Chanel, su nombre artístico que hacía referencia a una de las canciones que interpretaba. En esos años conoció a Étienne Balsan, un joven ex oficial heredero de una empresa textil. Con su ayuda, la joven pudo inaugurar una tienda de sombreros en la parisina rue Cambon en 1909. De este modo Coco empezó a introducirse en el exclusivo mundo de la moda parisino. La tienda triunfó instantáneamente y el nombre de la joven circulaba de boca en boca. En 1913 abrió una segunda tienda de ropa femenina en Deauville La innovación aquí fue el uso que ella le dió en la alta costura al jersey (típica tela para deporte). Gracias al éxito de sus tiendas Coco se propuso introducir otras novedades en la moda femenina: eliminó el corsé y fomentó el uso del pantalón entre las mujeres.
«La moda es efímera, pero el estilo permanece. Todo mi arte consistió en cortar lo que los demás añadían».
Coco fue capaz de modernizar aún más el nuevo estilo de vida que las mujeres estaban empezando a adoptar hacia la década de 1920, conocido como estilo flapper, en el que las faldas y los cortes de pelo femeninos se recortaron varios centímetros. Con un look más cómodo y un corte masculino, Coco abrió su tercera tienda de ropa en la localidad de Biarritz. Con el estallido de la Primera Guerra Mundial, y con las mujeres viéndose obligadas a ir a trabajar a las fábricas, Coco no tuvo más remedio que reinventarse.

La diseñadora amplió sus horizontes y se abrió a nuevas facetas de negocio, como la perfumería. En 1921 el lanzamiento del mundialmente conocido Chanel nº5 creado por el perfumista Ernest Beaux fue un éxito. El origen del nombre de este perfume y aroma se ha mantenido inalterado desde sus inicios, así como el diseño del frasco, viene del número de intentos que se necesitaron hasta que la diseñadora y el propio perfumista dieron el visto bueno.

En las vacaciones de 1923 Chanel partió de travesía por el Mediterráneo en el yate de su pareja el Duque de Westminster. En lo que parece ser un descuido Coco no se protege del sol y deja que su piel se dore regresando a París con la tez bronceada. Como todo lo que ella hace o dice se convierte en tendencia, a partir de ese momento la mujer bronceada fue bella. Todo lo que las mujeres de alta sociedad habían evitado a toda costa, ahora se conviertía en tendencia.

Coco Chanel también diseñó joyería, destacando en el diseño de collares de perlas y broches. Respecto a los diseños de moda, son de destacar uno de los más distintivos de la marca: el popular minivestido de color negro conocido como petite robe noire, hasta hoy un auténtico emblema de la firma. Al momento en que estalló la Segunda Guerra Mundial, y de nuevo el negocio de Coco Chanel volvió a peligrar.
En el año 1939, la diseñadora se vio obligada a cerrar todas sus tiendas a excepción de una de perfumes, y se trasladó al París. En 1944 fue acusada de ser una espía nazi, Coco Chanel fue presa, aunque fue puesta en libertad poco después. Aquel incidente dañaría gravemente la reputación y su imagen, viéndose obligada a abandonar Francia en 1945 e instalarse en la localidad suiza de Lausana, donde vivió durante varios años. En 1954, Coco regresó de nuevo a la capital francesa para presentar una colección que acabaría siendo la más importante de su vida. La diseñadora presentó el traje de tweed y el icónico bolso 2.55 en París.

Sus colecciones triunfaron de nuevo, sobre todo en Gran Bretaña y Estados Unidos, donde actrices como Elizabeth Taylor, Grace Kelly o Rita Hayworth vestían sus nuevos diseños. De hecho, a partir de los años sesenta, el prestigio de Coco era tal que muchas de las mujeres más poderosas e influyentes del mundo, como Jackie Kennedy empezaron a vestir también sus modelos.
A principios de la década de 1970, afectada de artrosis, Coco Chanel se había convertido en una adicta a la morfina, que tomaba para paliar sus constantes dolores, aunque ello no le impidió seguir trabajando en el futuro catálogo de primavera de 1971. El 9 de enero de ese mismo año, tras volver a su habitación en el hotel Ritz de París, empezó a sentirse mal por lo que decidió acostarse. La diseñadora de moda más famosa de todos los tiempos falleció el 10 de enero de 1971 como consecuencia de un paro cardíaco, en la soledad de la suite que ocupaba desde hacía más de tres décadas en el hotel Ritz de París. En vida, Coco Chanel fue una trabajadora incansable a quien, en palabras de alguien muy cercano a ella,»solo un domingo podía matarla».
